Estos médicos cristianos, de origen saudí, habitaron en el S III en el sur de la actual Turquía. Eran muy buenos médicos y cirujanos y no cobraban.
Su milagro más famoso fue cuando le cortaron una pierna a un criado negro, casualmente recién muerto, para ponérsela a un enfermo.
En la foto (hoy en el Mº Nacional de escultura de Valladolid) , el enfermo parece adinerado y el negro no parece que haya muerto y se duele de su avería. Posiblemente, en esos tiempos los negros no tenían alma.
Los cirujanos fueron decapitados por orden de la autoridad romana pero no parece que fuera por esto.