La conjura de los necios

Cifuentes sigue mintiendo. Rajoy homenajea a las victimas de la dictadura … argentina, claro. El gobierno sigue embarrando las instituciones  y un concejal del PP de un pueblo granadino intenta prohibir una obra teatral de Alberto San Juan. Como dicen en mi pueblo: como pa’ ponerse a mear y no echar ni gota.

Los resultados que están consiguiendo son contrarios a sus pretensiones. San Juan agotó las entradas en poco tiempo y ya veremos si tiene que repetir la función que no sería la primera vez.

“Autobiografía de un joven capitalista español” es una obra necesaria. San Juan no puede obviar su formación como periodista e hijo de periodista y hace una lectura de la Transición muy documentada y nada complaciente.

Es natural que no le guste al PP y quizá tampoco al PSOE, porque destapa muchas jugadas que han estado ocultas hasta hace poco (¡y las que quedarán por descubrir!). Se trata de una obra didáctica en la que el autor e intérprete explica y reflexiona sobre como se cocinó la Transición y a quién benefició.

La vi en el teatro Alfil hace cinco años, en la época de su estreno, y la he vuelto a ver hace unos meses en un Centro Cultural Municipal de Madrid. Al principio salía con una maleta llena de libros que la gente podía ojear en el descanso o al final. En la versión actual ya no hay libros. Hay más expresividad y sobre todo humor.

Posiblemente, al principio estaba asombrado de lo que decían los libros y posteriormente se ha ido inclinando hacia el humor, porque a veces es la única manera de sobrellevar los engaños. Se ha “Tabanizado”.

El autor sería pequeño cuando el grupo “Tábano” triunfaba en los últimos años de Franco y primeros de democracia contando como en broma las cosas más serias, pero se ha podido enterar de como funcionaba aquello. De hecho, en el espectáculo hace una mención a Juan Margallo, alma de los tábanos. Lo cierto es que el espectáculo, ganando en humor, ha ganado efectividad y el público entra en la complicidad con el artista por la necesidad de comprender lo que está pasando.

Es el teatro que se necesita. El que hacen el Teatro del Barrio, la Cuarta Pared y otros grupos de distintos puntos de la geografía española, para poner en evidencia las burdas maniobras de los mentirosos que sirven a los explotadores.