Ayer se escenificó en Barcelona la Gran Coalición. PP, PSOE y Ciudadanos, convocados esta vez por la Sociedad Civil Catalana próxima a la ultraderecha.
Con el peruano Vargas Llosa como estrella invitada, propusieron la fuerza frente al diálogo y allí estaba el PSOE con una representación de bajo rango (no nos definamos demasiado), aunque con un significativo discurso de Borrell.
Los dinosaurios del PSOE desconfían de su militancia y están empeñados en conseguir mediante presiones al Secretario General, lo que no consiguieron con el apoyo de sus militantes. La derecha del PSOE es contumaz y le tiene tanto miedo a Podemos que no le importa acercarse al precipicio por el que pueden despeñarse. Las malas experiencias de Francia y Alemania no les han servido para nada. Quizá pueden mas los sillones de los consejos de administración o los dictámenes de El País.
La Gran Coalición no existe pero funciona de hecho.
El País lo cubrió con lujo de detalles y el discurso completo de Vargas Llosa, pero no con el de Borrell que fue más conciliador y sensato.
Veremos que pasa mañana. No creo que se declare la independencia.