En USA, la droga mata más que el terrorismo, el tráfico y las guerras. En 2015 dos millones de americanos tuvieron problemas con opiáceos de receta y 591.000 con heroína. En 2016 murieron por la droga 60.000 personas.
Antes esto no tenía importancia, porque estas muertes no afectaban al sistema económico. Pero la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, la mayor autoridad económica del país, ha denunciado que el abuso de estupefacientes explica por qué la población activa se reduce y la industria tiene dificultad para dar con aspirantes con la preparación adecuada para desempeñar sus funciones.
Este problema afecta especialmente a las personas en un grupo de edad entre los 25 y los 44 años y afecta al mercado de trabajo por tres razones:
- el consumo de drogas provoca que los jóvenes abandonen sus estudios y no se formen
- los adictos se apartan del mercado laboral
- el alto índice de suicidios por las depresiones y las muertes por sobredosis.
La epidemia, golpea especialmente a comunidades que ya sufren serios problemas económicos y se sienten desplazadas.
A esto habría que añadir que la bajada de los salarios desincentiva las “ganas de trabajar” de los jóvenes cuando un salario no cubre las necesidades mínimas y no permite salir de la pobreza.
El capitalismo salvaje mata