El PP, necesitado de producir conflictos mediáticos (y la armada mediática encantada con el negocio) que distraigan de sus juicios por corrupción, celebra ahora el aniversario de Miguel Angel Blanco y pretende que todo el mundo se sume porque es su víctima.
El PP utiliza a las víctimas del terrorismo para tratar de tapar toda su mierda y muchos de sus familiares le siguen el juego.
ETA asesinó a mucha gente, de diversos partidos políticos e incluso no afiliados a ninguno. Toda esa gente son víctimas del terrorismo.
La dictadura franquista hizo desaparecer a tantas personas que solo la dictadura Camboyana logró superarlo. Hay más de 100.000 españoles enterrados en las cunetas, pero esos muertos no son reconocidos como víctimas del terrorismo, a pesar de haber sido fusilados después de la guerra y sin juicio justo, porque el PP aún no ha condenado la dictadura franquista.
El partido de la corrupción se arroga la capacidad de definir quién es víctima y quién no lo es, según sus intereses, porque sigue pensando que España es su cortijo, por eso emplean las instituciones españolas como si fueran propias y por eso el ministro de Injusticia, el que nombró a Moix, se permite insultar a la alcaldesa de Madrid.
¡Hasta cuando!