Una tuitera ha sido condenada a un año de carcel y siete de inhabilitación por hacer chistes sobre el asesinato de Carrero. La inhabilitación es muy grave porque supone importantes problemas para terminar la carrera (acceso a becas) y le impide participar en oposiciones.
Hace unos días, la misma audiencia nacional absolvió a otro tuitero por el mismo tema.
Es muy grave esta “subjetividad” de los jueces porque nos dejan indefensos a TODOS los que no podemos contratar abogados de los que tienen capacidad de presión.
La tuitera tuvo que prescindir del suyo de oficio porque la quería calificar de loca.
Que desde que dejó de matar ETA se hayan producido muchísimas más condenas por “humillación a las víctimas” que cuando mataba, es una prueba evidente de la politización de los tribunales.
Algunas víctimas del terrorismo son dignas y otras no, hay más de 100.000 personas enterradas en las cunetas y la Justicia hace oídos sordos.
Los corruptos están en la calle y a los que protestan por la injusticia del sistema se les amedrenta con sentencias “ejemplarizantes” (como las de la Inquisición).
¿Donde está la Justicia? Debe estar de vacaciones con la Democracia.