El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, defiende la apropiación de la Mezquita de Córdoba, por la Iglesia Católica, argumentando que es de estilo cristiano bizantino. Los expertos no salen de su asombro porque todos coinciden en que es uno de los principales ejemplos mundiales de arte islámico.
El obispo reconoce que los árabes pagaron su construcción. En sus palabras de “resonancias bíblicas”: “Los moros sólo pusieron el dinero”. En todo caso, parece que ha olvidado alguno de los mandamientos de su Iglesia y se ha “apropiado” de algo que es patrimonio común de los españoles, con la ayuda de una ley franquista que actualizó el gobierno de Aznar. La consecuencia es que la sociedad privada Iglesia Católica, recauda así varios millones de euros al año generados por las visitas al monumento.
Este obispo ya es conocido por frases, como “La Unesco tiene programado hacer homosexual a media población” o “la fecundación in vitro es un aquelarre químico”, que harían dudar de su salud mental, si no fuera porque las autoridades eclesiásticas suelen utilizar argumentos religiosos o simples mentiras para justificar su afán de poder.