Los medios de comunicación llevan muchas décadas financiándose con publicidad y con subvenciones públicas que se convierten en propaganda. La crisis hundió la publicidad y las subvenciones y los medios comenzaron a acumular deudas que compraron los fondos de inversión.

Los fondos de inversión y las grandes corporaciones (armamentísticas, por ejemplo), ya dueños de los medios, han convertido la información en propaganda de sus propios intereses. Algunos periodistas de calidad se sienten incómodos cuando tiene que hacer propaganda en vez de información. La columna de hoy en El País de Soledad Gallego-Díaz “Sometidos a la propaganda”, denuncia con claridad esta situación. Este gesto la honra, lo mismo que su trayectoria periodística, pero tiene que ser una mujer al borde de la jubilación la que se atreva a denunciar la manipulación mediática.

Si estuviéramos en una sociedad democrática, tendríamos derecho a una información de calidad, porque la participación política ciudadana necesita de ciudadanos informados, pero en esa situación no cabría la corrupción.

Como denuncia con frecuencia Vicenç Navarro, los medios de comunicación se han convertido en medios de propaganda. Hay que buscar en Internet medios más fiables. Si dejamos de comprar la prensa de papel, quizá se lo tengan que replantear.