El País de hoy editorializa sobre la exclusión de un cantante sionista de un festival de música por la Paz, que tacha de “discriminación inaceptable” y pide a los políticos españoles que se posicionen sobre esta “discriminación política y religiosa”.
El festival dice que no es una discriminación religiosa, sino política, porque este cantante se niega a aceptar un estado palestino.
El País nunca se ha destacado por su defensa de la población palestina bombardeada indiscriminadamente en Gaza, que es un crimen de guerra. Tampoco se ha alineado con los países y grupos de opinión que piden el bloqueo económico de Israel por sus políticas racistas y genocidas con los palestinos, muy similares al apartheid sudafricano que mereció esa condena internacional durante muchos años.
El País, en cambio, nos presentaba hace unos días la simpatía y las habilidades culinarias del nuevo embajador de Israel y su esposa.
Este posicionamiento de El País nos da pistas sobre los dueños de los fondos de inversión que, en los últimos tiempos, marcan su linea editorial.