Dicen las malas lenguas que está envejeciendo peor que Marujita Díaz, no sé si será verdad porque hace muchísimos años que no veo a esa señora, pero decir que prefiere hablar con los de Maduro que con los de Podemos no indica nada bueno de su salud mental.
Hay que reconocer que del Felipe de Suresnes al de ahora hay un largo camino. Más o menos el que va de ser abogado laboralista a militar en el IBEX 35.
Claro que en el PSOE parece que no cambia nada. El mismo descoloque que me produjo este Felipe cuando al llegar al gobierno mostró su admiración por Margaret Thatcher, me lo ha producido Pedro Sánchez cuando a mostrado su admiración por Felipe González. Porque no deberíamos olvidar (el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla) que González perdió el gobierno en un ambiente de corrupción generalizada (claro que entonces no imaginábamos hasta donde podía llegar el PP), con varios ministros y altos dirigentes de su gobierno en la cárcel y con fuertes sospechas de implicación en crímenes de Estado.
Su necesidad de salir del jarrón chino y hacerse ver defendiendo los derechos de los encarcelados le podía haber llevado a Marruecos, que está cerca y tenía tarea para una temporada, pero ahí parece que tiene posesiones, o a México que cada vez se parece más un Estado fallido donde no se sabe si manda el gobierno o las mafias, pero ahí, en uno u otro grupo también manda Carlos Slim, uno de los personajes más ricos del mundo al que “aconseja” desde hace muchos años.
Ha tenido que ir a Venezuela, en un avión de las fuerzas aéreas colombianas, a tratar de poner de acuerdo a la oposición de derechas contra el gobierno legal. Claro que ahí también tiene buenos amigos, como la familia Cisneros (parte importante de la oligarquía que participó en el golpe contra Chávez) a la que, estando en el gobierno, cedió las privatizadas Galerías Preciados y quizá alguna cosilla más que le preparara por entonces su amigo Sarasola.
Vale. Es un hombre de negocios y cada uno defiende lo suyo, pero que deje de simular que sigue siendo un político y nos obsequie con sus consejos, porque ya en los últimos tiempos de su reinado los muñecos de Canal + le sacaban con nariz de pinocho y hasta su amiga Pilar Miró puso en el teatro “La verdad sospechosa” de Ruiz de Alarcón.