Hay días que uno se despierta con ánimo porque piensa que puede confiar un poco en la Justicia, no demasiado, porque si para encarcelar a un político corrupto han hecho falta once años y nueve jueces, la cosa no es como para echar las campanas al vuelo.
En ese estado de ánimo, me permito cantar una copla de Diego Escusol:
Que se jodan los que piensan que tienen impunidad,
que se jodan los que dicen: «solo es mía la verdad»,
que se joda ese listo que es mas loco que una cabra. Y si soy parado digo:
Que se joda Andrea Fabra.